octubre 24, 2025
Vida Emprendedora Vida Trending

Innovarse fue la clave para sobrevivir la pandemia, asegura productor de ropa típica.

Edgar Uitzil May relata que el negocio familiar logró sortear la crisis económica gracias a la diversificación de sus productos y a la tecnología. 

La pandemia del coronavirus también ha pegado un duro golpe a la economía y presentado desafíos, principalmente a los micro, pequeños y medianos negocios, que debieron luchar contracorriente para seguir funcionando durante la crisis sanitaria. 

Así es la historia de Edgar Uitzil May, quien trabaja junto con su familia, su hermana y sus padres -quienes son los fundadores- de un emprendimiento de ropa artesanal estilizada llamado Creaciones Lizeth, que lleva ya más de 15 años ofreciendo trajes típicos de la región como guayaberas e huipiles, pero con un toque de moda y vanguardia. 

El negocio está ubicado en el municipio de Kimbilá y, antes de la pandemia tenía 15 empleados, sin embargo, debido al cierre de negocios no esenciales por varios meses, en el que estaba incluida esta maquiladora, debieron recortar su persona a casi la mitad, quedando únicamente 8 trabajadores. 

“Nosotros no somos un negocio considerado de primera necesidad, quizá somos de última necesidad, así que cerramos por completo varios meses porque teníamos que seguir las disposiciones del Gobierno del Estado. Luego de ese tiempo pudimos reactivar, pero no ha sido a la máxima capacidad a la que estábamos acostumbrados a trabajar”, indicó Uitzil May. 

Fueron un total de 5 meses los que las máquinas de cocer no fueron encendidas, sin embargo, cuando por fin se les permitió regresar a los talleres, se vieron con otro reto: el bajo índice de ventas. 

Al no haber eventos, bodas, bautizos ni nada por el estilo, la demanda por este tipo de prendas, muy requeridas para ocasiones especiales en estado, las ventas de las mismas era muy poca, por lo que sin perder tiempo, comenzó el trabajo creativo y de innovación. 

“Teníamos un 85% menos de producción, no podíamos quedarnos de brazos cruzados y hacer lo mismo, teníamos que adaptarnos, así que comenzamos a hacer cubrebocas artesanales y bordados, también nos capacitamos para confeccionar prendas como batas para médicos que eran muy requeridas y ese fue el mercado que nos empezó a impulsar de nuevo”, agregó.

Otro factor importante para el impulso de sus productos y encontrar nuevos mercados, fueron las tecnologías de la información. 

“Tuvimos que vender forzosamente en redes e internet, no había ferias ni exposiciones a donde ir, sobrevivimos a través de las tecnologías, ahí estaban todas nuestras ventas”, indicó. 

Si bien el camino no ha sido fácil y la recuperación económica no es total, Uitzil May asegura que fue la innovación y la diversificación de sus productos fue lo que logró mantener a flote y en el gusto de los clientes los productos de su compañía. 

Redacción: Alma Burgos Simón 

 

 

Comentarios

Comentario

Related Posts

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *