¿Te encanta el ambiente del parque Kukulkán? te presentamos a quien lo hace posible
Texto y foto: Sandra Gayou Soto
Via: La Jornada Maya
Durante los partidos celebrados en el parque Kukulcán-Álamo hay momentos de absoluto silencio, como cuando los lanzadores hacen su envíos al home. Son instantes, unos cuantos segundos; después, todo es música, rugidos, aplausos y sonidos que incitan a los aficionados a ser parte de la fiesta deportiva. El sonido es responsabilidad de Daniel May, diyéi oficial del estadio.
Daniel comparte oficina con Juan Manuel Collí, “voz oficial”, y el equipo de producción en la cabina del estadio. Sus herramientas son una consola y una computadora portátil. Con ellas se ocupa de todo lo musical durante los juegos.
Llega al estadio desde las cinco de la tarde, “para empezar a preparar todo. Nos entregan las pautas (escaleta)”, donde aparecen los temas que bailará la porra y los anuncios de los patrocinadores.
Una de las tareas de Daniel es descubrir qué canción utilizará cada jugador para su presentación. “Tenemos una relación muy cercana con ellos porque en cualquier momento te pueden decir: cámbiame ésta canción porque ya no le está inspirando o ya no le late”, indica.
El diyéi asegura a La Jornada Maya que son los deportistas quienes eligen los temas que quieren escuchar “desde el segundo donde van a empezar. Desde que entran a la caja de bateo, ellos ya tienen que estar escuchando su canción”.
Daniel tiene una lista de canciones casi interminable para poner durante el juego. Revela que la misma dinámica del juego le va diciendo qué tipo de música es adecuado poner; “manejo canciones de apoyo, canciones con las que la gente pueda interactuar, más cantables”, afirma.
También hace uso de efectos sonoros: “cuando hay faul, animaciones con Leonel (la mascota del equipo)”, además debe estar al pendiente de los “patrocinios que entran al campo, de la Porra Esmeralda”. Cuenta que tiene música para cuando las cámaras enfocan a algunos aficionados y proyectan sus rostros en las pantallas: “parejas, compadres, alguien que esté comiendo”.
Considera que el trabajo de todos los involucrados en la producción del show funcionan como un “engranaje, tenemos que estar coordinados, son muy pocos los tiempos que tenemos muertos”.
El silencio es de lo más importante cuando se va a realizar cada pitcheada. Daniel indica que no puede “dejar escapar [la música] cuando el pitcher ya preparó el lanzamiento. Ahí tiene que quedar en silencio, no se puede dejar pasar el pitcheo porque sí nos puede costar una multa, es mucho timing”. Algo que tiene que considerar es el tiempo de delay (retraso) “en lo que llega hasta el sonido, acá le bajamos antes para que cuando ya el pítcher se preparó, ya no haya música”.
Daniel es el diyéi oficial del Kukulcán desde hace tres temporadas. Ignora de cuántas pistas está conformada su lista. “Tengo de todo: Cumbias, reguetón, merengue, salsa; la gente te va guiando”. Indica que con sus reacciones sabe qué tipo de música poner; los asistentes al estadio son personas de todas las edades y “hay que complacer con todo tipo de género. Viene gente muy jóven y gente de antaño, que sabe mucho de beisbol, es otra generación”. Para ellos tiene ritmos como el rock and roll o el swing, “a los chavos más reguetón, lo que están escuchando ahorita”.
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